Las escuelas de la zona, en la Misión de Kilulu, Kenia, no tienen la infraestructura educativa suficiente, hay poco profesorado, escasea el agua y la comida. Por esta razón los alumnos tienen poco interés por asistir al colegio.

Con el deseo de ayudar a la educación y formación de los niños en la zona, Fundación Dilaya financió una primera fase de la construcción del colegio que consta de 3 aulas con un despacho para el director y un almacén de material. El Ayuntamiento de Salamanca otorgó una subvención de 10,000€ y se completó así la construcción de esta fase, dotando también de mobiliario (50 sillas y 50 mesas) y se proporcionaron alimentos a los niños para que estén fuertes y con ganas de estudiar.

La escuela de Kilulu tiene actualmente 90 niños y niñas que estudian los dos cursos de infantil y los tres primeros cursos de primaria. Los padres de los alumnos están muy interesados en poner en pie una buena escuela que tenga más nivel educativo, con mejores profesores y buena alimentación. Mejorando estos puntos se conseguirá que se matriculen más niños y poder así empezar un desarrollo permanente, consiguiendo que esta población pueda salir adelante.