Creación de una escuela profesional progresiva en Nganyandika

El objetivo de este proyecto fue fortalecer el derecho a la educación de chicas y mujeres de la localidad de Ngandajika, en la República Democrática del Congo, con edades comprendidas entre los 15 y 25 años que carecen de estudios elementales. Se trata, en su mayoría, de mujeres que se dedican a la agricultura de subsistencia y que viven en situación de pobreza extrema. La salida a esta situación para muchas de ellas es el matrimonio precoz o de conveniencia, la prostitución o el éxodo en busca de trabajos precarios a localidades más grandes como Mbujimayi, Kinshasa y Lubumbashi. El acceso a la educación de estas mujeres es clave para el reconocimiento de sus derechos sociales y económicos ya que se encuentran en una situación de vulnerabilidad social y económica extrema al no tener capacidades para el emprendimiento o posibilidades de optar a un trabajo digno y rentable.

Para el cumplimiento de este objetivo, el proyecto realizó las siguientes actividades:

Construcción de una escuela e impartición de un programa formativo

Se construyó una escuela en unos terrenos donados por la Jefatura tradicional de Mpyana-Cyabila y se desarrolló un programa para la formación básica y profesional de estas mujeres. Los contenidos de la formación son los siguientes:

  • Alfabetización y cálculo.
  • Formación profesional en horticultura y crianza de animales.
  • Formación profesional en corte y confección.

Estos programas formativos tienen una duración de 30 horas al mes y se desarrollan durante 8 meses, por lo que cada uno tienen una duración total de 240 horas.

La escuela que se ha construido, dispone de un edificio de tres aulas con capacidad de 50 plazas cada una, una biblioteca- sala de reunión, tres bloques de cuatro letrinas cada uno, terreno de deporte y un jardín de dos hectáreas y se dotará con los muebles necesarios para el desarrollo de su actividad (50 bancos y pupitres, 2 mesas y 2 sillas de profesores), los materiales necesarios para la capacitación en corte y confección (máquinas de coser, tijeras, metros, agujas, hilo, tela, etc.), los materiales necesarios para la capacitación en horticultura (machetes, azadas, cestas, semillas, etc.), los animales y materiales diversos para la capacitación en crianza de animales (gallinas, gallos, conejos machos y hembras, alimentos, fármacos, bebederos, comederos, piensos, etc.) y los materiales didácticos necesarios para la capacitación en alfabetización.

En agosto de 2019 la escuela abría su primer periodo de actividad y en septiembre comenzaba su actividad docente.

Programa de sensibilización

Durante los tres años que duró el proyecto se organizaron en cada una de las 30 comunidades tribales de Ngandajika una campaña de sensibilización y de promoción de la nueva escuela y de su actividad de formación profesional. Igualmente, se emitieron 10 programas dedicados exclusivamente a la promoción de la escuela a través de Radio Ditunga mostrando los resultados del proyecto y sensibilizando a la población sobre la importancia de la formación de la mujer.

El objetivo de estas actividades de sensibilización, en las que participan el personal del socio local del proyecto, Projet Ditunga, las hermanas salesianas y ACFIF (Association “Ciyamba” pour la Formation Intégrale de la Femme), es lograr un mayor compromiso de la comunidad con la educación de las mujeres entre 15 y 25 años que no han tenido la oportunidad de acceder a la educación básica, con especial énfasis en la población masculina, que suele mostrar reticencias a que sus mujeres participen en actividades como las que contempla el proyecto. Se trata de una actividad clave en una comunidad en la que el analfabetismo alcanza al 90% de las mujeres.

El Ayuntamiento de Torrelodones (Madrid) ha financiado la construcción de la escuela, que comenzó a ejecutarse a principios de 2019 y su finalización realizó a finales de 2021.

El Ayuntamiento de Alcalá de Henares, por su parte, apoyó las actividades de formación que comprende el proyecto, dotando a la nueva escuela de los equipos, materiales y suministros necesarios para la formación en horticultura, crianza de animales y costura, así como de los materiales didácticos para las sesiones de alfabetización. Financió igualmente los salarios de los capacitadores durante un año.