Garantizado el acceso a una educación de calidad a niños y niñas pertenecientes a familias sin recursos de la zona de Emaús, distrito de Tana River, provincia de la Costa, Kenia

La situación educativa de los niños en la zona de Tana River, Kenia es desalentadora, ya que no pueden recibir una educación adecuada, sobre todo por la falta de escuelas que ofrezcan una enseñanza de calidad y por la falta de recursos de las familias para enviar a sus hijos a dichas escuelas. Se trata de una zona rural abandonada y empobrecida donde la educación no ha sido una prioridad para las autoridades locales y nacionales. Desde hace 17 años la Misión de Emaús lleva a cabo un intenso proceso de desarrollo integral en la zona con un importante componente educativo. Sus iniciativas más destacadas en el sector de la educación son las escuelas de infantil y primaria St. Joseph Nursery School y St. Joseph Primary School (escuelas San José), las cuales tienen un programa de becas de estudio para niños y niñas vulnerables y sin recursos. Las becas, que son cubiertas por la Misión a través de ayudas externas, cubren los gastos de escolarización de en torno al 27% de los alumnos (sobre 122 niños y niñas). El peor escenario es para las niñas ya que en esta sociedad los padres priorizan la educación de los niños. Además, las niñas necesitan más refuerzo escolar ya que tienen que ayudar a sus madres en tareas de la casa como buscar leña, agua y cocinar, por este motivo tienen prioridad en el acceso al programa de becas de la Misión.

Gracias a la subvención del Ayuntamiento de Teror de las 70 becas de estudio en el año escolar 2021-2022 en las escuelas St. Joseph School (escuelas San José), se ha podido ayudar a las familias de los alumnos y alumnas becados a hacer frente a los gastos de educación de sus hijos en un momento de extrema dificultad, pues la mayor parte arrastran dificultades económicas derivadas de la pandemia del Covid y de las graves inundaciones que sufrió Kenia en 2020. Debido a estas circunstancias muchas familias vieron reducidos sus ingresos, agravándose su situación de pobreza. En los últimos años muchas de estas familias no han podido hacer frente a los gastos de la escuela de sus hijos y los retrasos en los pagos son constantes.

Las becas han cubierto la matrícula, tasas de exámenes oficiales, tarifa de administración, tasa de actividades (deportivas, lúdicas, extraescolares…), gastos médicos, desayuno y comida.

Todos los alumnos y alumnas becadas han concluido el curso adecuadamente, unos con mejor nota que otros, pero todos han pasado a un nuevo nivel. Seis de estos alumnos y alumnas recibieron la beca para realizar el 8º curso, el último del ciclo de primaria, y los seis aprobaron el examen final nacional. Ahora están empezando el primer curso de la escuela secundaria en varias escuelas de la zona y resto del territorio keniano.