Los niños congoleños, de media, estudian algo más de 3 años. Es decir, menos de la mitad terminan la primaria. Los datos son peores si hablamos de niñas y/o de zonas rurales.

Projet Ditunga, nuestro socio local en Ngandanjika, se marca como objetivo edificar en material permanente (ladrillo y cemento) todas las escuelas del territorio. Casi lo ha conseguido.

Desde Dilaya (antes incluso de serlo formalmente) apoyamos durante el curso 2012-2013 la construcción de la escuela de primaria de Cibondobondo, una comunidad rural de unos 2.000 habitantes al norte de Ngandanjika.

La escuela, inaugurada el curso 2013-2014, consta de despacho para dirección, sala de profesores, biblioteca y sala de usos múltiples, módulo de letrinas  y 12 aulas con sus correspondientes pizarras  y pupitres para 600 alumnos y alumnas de 6 a 12 años. El cuerpo docente está formado por el director y 14 docentes de los cuales 3 son mujeres.

Una vez dotada de los elementos básicos para que los estudiantes puedan estudiar en un entorno adecuado y digno, pasamos a una segunda fase:

Ahora nuestro objetivo  a medio plazo es convertir esta escuela en un centro de referencia para el resto de escuelas rurales de primaria de la zona por los altos estándares de calidad de la formación impartida y los altos logros académicos de sus alumnos y alumnas.

Para ello, durante el curso 2014-2015 se pusieron en marcha dos estrategias dentro de un programa de intervención a 4 años:

  • Erradicar el trabajo infantil. El gobierno congoleño solo abona salarios a una pequeñísima parte de los docentes, el resto imparte clase de modo voluntario. Así, está socialmente aceptado que los alumnos y alumnas trabajen para los maestros/as, de manera que estos puedan dedicar su tiempo a la docencia.
    Además de afectar a la salud de los niños, las horas dedicadas pueden llegar a reducir las horas lectivas en un 30%.
    Dilaya ha movilizado fondos para sufragar los sueldos de los docentes a la vez que ha puesto en marcha los mecanismos necesarios para conseguir su nombramiento como funcionarios con el objetivo de que el ministerio de educación asuma esta obligación a medio plazo.
  • Ayudar a los maestros/as a avanzar en su formación pedagógica y académica, buscando una mejora significativa en la calidad de la enseñanza impartida.
    Se ha diseñado junto con la Inspección educativa local un programa teórico-práctico para el Refuerzo de las competencias   pedagógicas del equipo docente. Al final del primer curso ya se detectaron mejoras significativas reflejadas, por ejemplo, en el número de repetidores por aula.

El programa también contempla la sensibilización de las familias a través del Comité pedagógico escolar en cuanto a responsables últimos del centro y de la educación de los menores.

El gran logro sería que un alto porcentaje de alumnos pudieran continuar sus estudios de secundaria.

Matrícula por grado y sexo los 2014-2015 (463) y 2015-2016 (547)