Material disponible para préstamo a centros educativos, ONG, etc.
Dilaya tiene a disposición de la ciudadanía una exposición titulada «Consumo responsable y ciudadanía ecológica». Consta de 7 roll ups desplegables de 1mx 2m, las solicitudes se pueden cursar a través del correo: cooperacion@fundaciondilaya.org
Sensibilización
Dilaya nace de un encuentro personal con la comunidad ciluba, encuentro que cambia vidas. Experimentamos cómo pequeños gestos tienen grandes consecuencias. Y ya no podemos evitar hacer partícipes a otros de esta experiencia.
Coincidimos con Mandela en que “la pobreza no es natural, es artificial y puede ser vencida por la acción del hombre… Vencer la pobreza no es un gesto de caridad. Es un acto de justicia. Es la protección de un derecho humano fundamental, el derecho a la dignidad y a una vida decente”.
Seguramente la mayor parte de las personas pensamos lo mismo. Sin embargo nuestra sociedad no facilita que empaticemos con realidades distintas a la nuestra.
Como Dilaya pretendemos que la población española, especialmente los niños y los jóvenes,
- conozcan y se conciencien de las realidades vividas por otras personas que ven vulnerados sus derechos por motivo de edad, situación económica o educativa, origen étnico, género, etc.
- sufran un cambio real de actitudes y valores y se sientan corresponsables en la búsqueda de soluciones a la pobreza
Entendemos que esta transformación solo se produce profundamente desde la propia experiencia. Por eso nuestros talleres son vivenciales y participativos. Y por eso fomentamos el voluntariado como herramienta que cambia la realidad.
Llevamos a cabo acciones puntuales o colaboraciones a más largo plazo en colegios, institutos, asociaciones de vecinos o de otra naturaleza, empresas, etc. Si colaboras o conoces a algún colectivo que quiera participar en nuestro programa de sensibilización, escríbenos a fundaciondilaya@fundaciondilaya.org Definiremos conjuntamente los objetivos y diseñaremos dinámicas adaptadas al grupo que las desarrollará.
ALGUNAS DE NUESTRAS EXPERIENCIAS
Nuestro debut como agentes de sensibilización con menores en España tuvo lugar en el colegio Nuestra Señora Santa María (Madrid) en marzo de 2014, cuando Dilaya todavía era un proyecto.
En aquella ocasión reflexionamos con los 100 alumnos y alumnas de 1º y 2º de la ESO del Santa María sobre cómo el reparto injusto de la riqueza en el mundo produce pobreza y exclusión. Juntos experimentamos que, poniéndonos de acuerdo y tratando de no acaparar, el mundo produce recursos suficientes para que todos los pueblos cubran sus necesidades básicas.
Los chicos y chicas de Fundación Tomillo experimentaron (vivieron, sufrieron) lo que supone conseguir la cena viviendo en el primer mundo, en el segundo y en el tercero. Después, convirtieron esta experiencia en bisutería para vender en nuestros mercadillos. Los chicos y chicas de Congo supieron agradecérselo.
Con el Colegio Nervión hemos establecido una colaboración a largo plazo para trabajar la educación en valores desde primero de primaria hasta primero de la ESO. Hacemos una actividad por trimestre desde diciembre de 2014, adaptada a las edades de los alumnos/as y a los objetivos que marcamos con el centro. En este tiempo, hemos conocido y compartido las vidas de Fabrizio, Elizabeth, Amal, Pascualin, Bakhita, Francisco,…. Ya son nuestros amigos.
Con los alumnos/as del Colegio Santa Helena hemos viajado a Libia, Senegal, Brasil, Francia… y hemos descubierto cómo sienten y piensan personas de otras culturas.
Además, participamos en el fun day que celebran anualmente y del cual nos donan parte de la recaudación obtenida de la venta de manualidades llevadas a cabo por docentes del centro.
En el Colegio Los Sauces de Madrid los alumnos y alumnas de 5º y 6º de primaria han podido reflexionar y experimentar el privilegio de poder acceder fácilmente a la educación y al agua.
Las cosas que importan hay que aprenderlas cuanto antes mejor.
Alberto y sus amigos solo tienen 5 años, pero dedicaron una mañana a conocer a los niños que viven en La Misericordia y compartir con ellos su mochila. Lo más duro, fue meter en cada una de ellas uno de sus juguetes.