Los días que llueve en Mbujimayi, en República Democrática del Congo, los niños y niñas que estudian en la escuela La Misericordia no pueden acudir a clase ya que el estado de los techos del centro hace que se filtre el agua. Igualmente, la chapa metálica con la que están construidos y la poca altura del edificio hace que en época de calor las aulas alcancen una temperatura muy elevada desde primeras horas de la mañana, lo que dificulta la concentración de los alumnos. Lo mismo les ocurre a las jóvenes que reciben formación profesional en el centro por las tardes.
Gracias al apoyo del
Ayuntamiento de Toledo podremos emprender la reforma del techo de cinco aulas de la escuela, en las que también se repararán las paredes y suelos. Con estas mejoras los
450 alumnos de infantil y primaria y las
200 jóvenes que estudian en el centro recibirán su formación en mejores condiciones y sin interrupciones.
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