Con gran ilusión y alegría, me dirijo a vosotros para compartir un hito muy especial: ¡la Fundación Dilaya cumple 10 años! Ha sido una década llena de trabajo, dedicación y, sobre todo, de un profundo compromiso con nuestra misión de mejorar la calidad de vida en África. A lo largo de estos años, hemos crecido no solo como fundación, sino también como personas, nutriéndonos de las experiencias y aprendizajes que nos ha brindado este camino.
Nuestro viaje comenzó con un sueño que se materializó en el primer proyecto de la fundación, el orfanato de La Misericordia, en la República Democrática del Congo. Hoy, al mirar hacia atrás, nos llena de satisfacción ver cuánto hemos avanzado. Lo que se inició como un pequeño refugio de esperanza, se ha convertido en una labor mucho más extensa, que ahora se extiende también a Kenia, Camerún y Mozambique.
Este crecimiento no hubiera sido posible sin el apoyo constante de tantas personas que han creído en nuestra causa. A lo largo de estos años, hemos tenido la fortuna de conocer y trabajar de la mano de nuestros patronos, socios, voluntarios, socios locales, administraciones y muchas otras personas que nos han apoyado de múltiples formas para alcanzar nuestros logros. Sin duda, hemos formado un gran equipo, un equipo que comparte la convicción de que juntos podemos hacer una diferencia significativa en la vida de quienes más lo necesitan.
En nombre de la Fundación Dilaya, quiero agradecer vuestra confianza y colaboración. Sois parte esencial de esta historia y de este sueño que sigue creciendo. Nos llena de esperanza y motivación saber que contamos con vuestro apoyo para continuar nuestra labor y seguir extendiendo nuestro impacto a cada rincón que lo necesite.
Gracias por acompañarnos en este viaje de 10 años. ¡Que vengan muchos más!
Con todo mi agradecimiento y afecto,
Marta Vega
Presidenta de Fundación Dilaya