En los barrios de Samora Machel y Degue, en Tete, Mozambique, la esperanza comienza a echar raíces gracias a un proyecto impulsado por Dilaya con el apoyo de la empresa social Auara. El objetivo es transformar la educación y la seguridad alimentaria de niños, jóvenes y familias vulnerables.

Uno de los primeros pasos ha sido mejorar el huerto de la escuela de infantil Asociación CEI María Ana Mogas. Allí se están instalando sistemas de drenaje y protección contra animales, para garantizar una producción constante de hortalizas que complemente la alimentación de los más pequeños.

En el barrio de Degue, aún sin escuela, las Hermanas Franciscanas Misioneras ya han alquilado una casita y se han trasladado a vivir allí. El terreno se está cercando con plantas, se ha limpiado parte del área y hoy ya funciona el pozo de agua con torre incluida, obra clave para lo que vendrá. En breve, gracias a la Fundación Roviralta, se instalará un sistema solar para asegurar el funcionamiento del pozo de forma sostenible.

Se está construyendo una caseta-almacén y en cuanto esté lista, el guarda podrá vivir allí para custodiar el pozo y apoyar la plantación de 1.500 árboles frutales. Mientras tanto, son los propios vecinos quienes lo cuidan.

Y vamos a por más…