En Emaús, una pequeña localidad del distrito de Tana River, la Escuela San José representa mucho más que un centro educativo. Es el lugar donde cientos de niños y niñas han podido soñar con un futuro diferente gracias a una educación asequible y de calidad.
Desde su fundación en 2004 por la Fraternidad de la Santa Cruz y Todos los Santos, esta escuela forma parte esencial de la Misión de Emaús, un proyecto integral de desarrollo que trabaja por mejorar las condiciones de vida de una de las zonas más empobrecidas de Kenia.
Pero los años y las recurrentes inundaciones terminaron por dañar seriamente sus estructuras. A comienzos de 2025, tras las graves inundaciones del año anterior, la situación era insostenible: techos en mal estado, muros agrietados, mobiliario roto… Los niños y niñas no podían empezar el curso en esas condiciones.
Desde la Fundación Dilaya decidimos actuar de forma urgente. Con fondos propios, iniciamos una rehabilitación parcial pero fundamental para que el curso escolar pudiera comenzar sin riesgos.
Las obras incluyeron la reparación del tejado más dañado, la reforma del comedor (estructuras, suelo, pintura), la mejora del exterior de dos edificios, la reparación parcial de uno de los baños y la puesta a punto de 30 pupitres.
Hoy, 380 personas —alumnos y profesores— se benefician de un entorno renovado, seguro y digno para enseñar y aprender.
Porque creemos firmemente que la educación cambia vidas. Y también sabemos que para que eso ocurra, hacen falta techos que no goteen, sillas donde sentarse y aulas que abracen con dignidad a quienes las habitan.